El prisionero

Willy, ‘cara de bueno’, consiguió engañar a todos menos a sí mismo.  No le había ido mal deambulando por los recodos de la maldad, al tiempo que pactaba con el demonio. Conseguir cuanto quería fue por encima de todo su objetivo: embustero, desleal, impostor e hipócrita, acusó, robó e inculpó falsamente a cuantos le estorbaron. Y aun así, cuando esperaba la condena en su celda y recibió la visita de su madre, el amor y la compasión que proyectaban sus ojos, atravesaron su corazón putrefacto, y apenas por un instante, una ligera sonrisa se dibujó en su rostro…

©lady_p

Reto correspondiente al mes de octubre del “Blog de Lidia”

6 comentarios sobre “El prisionero

  1. Potente micro, Lady. El protagonista de tu historia deja en ridículo al mismísimo Satán, aunque al final, siempre hay esperanza, entre tanta maldad, el amor de la madre quiebra ese duro corazón, ni que sea un poquito. Buen trabajo.
    Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo 💜

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