El naufragio

Después de varios días navegando sin rumbo, alcanzamos una frondosa isla. Estaba llena de árboles y de palmeras cargadas de cocos. Descansamos y la recorrimos para hacernos una idea de su tamaño: nos pareció inmensa. Pensamos que tardarían en encontrarnos. No tenía ni idea de lo que me aguardaba, pero  cuando cayó el día y contemplé aquel atardecer rojo, supe que llegar hasta aquí había merecido la pena.

©lady_p

Participación en el reto ‘Cinco Líneas’ desde el Blog de Adella Brac. Este mes con las palabras días, isla y rojo.

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3 comentarios sobre “El naufragio

  1. En mi caso, ante el concepto «Isla» surge en mi ánima el carisma «Ínsula» y tal y como has enfocado tal relatito tuyo (sobre todo por la resolución final de la consecución de una especie de «El Dorado» también a estratos de concepto ideal) me conquistas con esta entrada de tu bitácora. En el mundo real, he tenido la suerte de vivir mucho tiempo en Baleares; en mi Mundo Interior, un argumento frecuente en mi chiflado imaginario tanto poético como de prosa, es Las Islas Kerguelen [¡debe ser por mi pasión e intenso conocimiento de Edgar Allan Poe! y su alter ego en su única novela «Las Aventuras de Arthur Gordon Pym» donde cobran un aspecto relevante], lugar real en Nuestro Planeta Azul, donde si Dios Quiere espero viajar algún día -aunque es consulado francés y No Turístico (¡¡¡es asentamiento científico!!!)-a sus aguas preantárticas. En suma, por todo lo explicado, tu entrada me complace largamente y con dulzor.
    ¡Y ahora te deseo un feliz fin de fiestas navideñas y venturoso año Dos Cuatro, donde hagamos realidad sueños de Ïnsula Barataria….¡¡¡¡¡¡¡¡do quiera que los hayaaaaa!!!!!!…..
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    J u a n Y S u H o r i z o n t e ; aka E l P o r t o v e n t o l e r o

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