Ven y camina conmigo…

Ven y camina conmigo…Bunbury y Pepe Aguilar

Algunos viajes resultan inolvidables por las huellas indelebles que dejan en la memoria, y en general, suelen implicar pequeñas catarsis porque trascienden la realidad de lo cotidiano para elevarnos más allá de lo común. Casi todos tenemos la oportunidad de vivir uno o varios de estos viajes, aunque siempre hay uno que marca, e incluso, cambia el rumbo de nuestras vidas para siempre.

Hacía ya una temporada que aquella relación andaba a trancas y barrancas. No había pasado nada concreto: no había peleas, ni discusiones. Sencillamente lejanía. Cada cual permanecía sumido en sus cosas. De vez en cuando uno de los dos caía en la cuenta del silencio atronador que los rodeaba, de que casi no salían con los amigos o que habían pasado varias semanas sin hacer el amor…

Decidieron viajar.

En el avión apenas hablaron. Él permanecía absorto en una revista. Ella, desde su asiento, de vez en cuando ladeaba la cabeza para mirarlo. Sus entradas eran enormes y pintaban unas patillas y sienes canosas, de herencia materna, aunque aún era joven. Solía  mirarlo cuando no se daba cuenta y observaba pequeños gestos que delataban su carácter perfeccionista y parsimonioso. Aquel escrutinio más allá del amor le inspiraba ternura y le recordaba que le aceptaba tal como era. Pero sabía que algo iba mal, que este viaje representaba una oportunidad para el reencuentro o la separación.

Los días pasaron casi sin darse cuenta. Y la última noche salieron a cenar. Hablaron. Efectivamente se habían distanciado. Estaban de acuerdo. Ninguno encontraba una razón concreta. Simplemente había pasado. Y ambos necesitaban algo, que sin saber cómo o por qué, había desaparecido y el cariño no les bastaba.

Decidieron separarse.

El recuerdo de aquel viaje aún se torna agridulce, un sabor que se volvió añejo con los años. Y aunque el amor puso a salvo otros afectos como el cariño, la amistad o la confianza, ella lamenta que no haya sido él quien la acompañe. Y a veces, en su cabeza suela la letra de aquella canción: Ven y camina conmigo un tramo tan solo y hablamos después

©lady_p

Reto de este jueves desde el blog de Merche. Una canción puede decirlo todo…