El Blog ‘Acervo de letras’ cumple cinco años. Y con tal motivo, el reto de este mes nos invita a celebrarlo con un relato sobre el ‘Aniversario’ y con final feliz.

En la librería estaba todo preparado para celebrar el quinto aniversario desde su nueva apertura. Con anterioridad había pertenecido a Pascual, el único en el pueblo que vendía algunos libros y sobre todo la prensa diaria, las revistas del corazón, los cromos de futbol, chucherías y material de papelería, aunque al final también tenía agua y tabaco. Martina recuerda que de niña iba a comprar con sus amigos y él siempre les regalaba algo. Hasta que un año a Pascual le tocó la lotería de Navidad y decidió traspasarla y marcharse del pueblo. Nunca más supimos de él. Pasaron algunos años hasta que Martina acabó de estudiar, se hizo cargo del local y montó una auténtica librería. La mejor de toda la comarca. Y como está en una zona muy transitada y ahora el turismo rural está de moda, el negocio va viento en popa.
Con motivo de la celebración Martina lo ha invitado. Ella cree que se lo debe todo, y que gracias a él tiene un futuro. Después de mucho indagar lo ha localizado a través del amigo de un amigo. Vamos, que no tiene certeza de que le haya llegado la invitación. Pero todos le esperan porque, a pesar de ser un tipo un poco raro, solitario y un tanto antisocial, en el pueblo todo el mundo le aprecia.
Martina ha pasado la semana dedicada a los preparativos. Incluso ha invitado a un conocido escritor de la zona que ha aceptado ir y aprovechar para presentar su último libro. También asistirán las autoridades, el alcalde y la concejala de cultura. Y después de los discursos oficiales y una copa de cava mientras ojean los libros, ha organizado una cena con los amigos más íntimos en el único restaurante de la localidad: ‘El Paraíso’, un nombre por cierto muy apropiado para la ocasión. De vez en cuando Martina mira hacia la puerta con la esperanza de que Pascual llegue, pero parece que no: «Igual no le ha llegado la invitación» murmulla entre dientes…
Y a punto de clausurar el acto, cuando el alcalde dedicaba unos halagos a la función cultural de la librería, un señor encorbatado, con barba blanca y de buen ver, ha abierto la puerta que a su vez ha rozado el móvil que colgaba del techo dejando sonar unas campanitas, convirtiéndose así en el centro de todas las miradas. Todas las cabezas se giraron hacia él, y de paso, hacia una señora guapa y elegante que colgaba de su brazo. Él se disculpó pidiendo perdón por interrumpir, se paró en el primer hueco que vio libre, mientras el alcalde proseguía con el discurso, alabando las bondades de la librería y de la dueña.
Tras el alcalde, Martina tomó la palabra para agradecer la presencia de todos y mostrar su gratitud a Pascual -al que creía ausente- desvelando lo bien que se había portado con ella cuando se hizo el traspaso permitiéndole pagar en cómodos plazos, porque de no haber sido así, el negocio no habría salido adelante. Habló de Pascual con cariño, recordando algunas anécdotas de la infancia y lo disculpó por no haber podido asistir, pues aunque lo había intentado, no había podido localizado. Y cuando pronunció esas palabras, el señor encorbatado de barba blanca, levantó la mano y dijo: «estoy aquí Martina, soy yo, Pascual». Había pasado tanto tiempo que nadie lo había reconocido. Y de nuevo todas las miradas se posaron en él. Martina se acercó emocionada y ambos se fundieron en un fuerte abrazo: «ahora si estamos todos». Y levantando las copas brindaron por la buena salud de todos y de la librería claro…
La celebración del quinto aniversario había sido todo un éxito y la anfitriona prometió más y mejor dentro de otros cinco años. ¡Enhorabuena!
©lady_p
Hola Lady, qué bonita celebración con la asistencia de Pascual, que sin saberlo Marina habló de él con mucho cariño. Un relato entrañable, me encantó. Un abrazo
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Me alegra que te guste! Un abrazo!
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Preciosísimo relato, Lady.
Muy entrañable y dulce.
Me encanta todo lo relacionado con los libros y una Librería es el santuario ideal para hacerles un homenaje.
He sentido la emoción de la fiesta y deseado esa fantástica aparición del librero. Yo he tenido la suerte de tener buena relación con los libreros de mi tierra y entiendo ese cariño especial de Martina por Pascual. Esa amistad cultivada desde niño, con el premio del amor por los libros, es un gran regalo.
Brindo por la librería de Martina y por la de todos aquellos que resisten al asedio de las pantallas y nos siguen regalando sus santuarios en papel.
Muchas gracias por el regalo. Abrazo Grande.
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Gracias a ti paisano por abrir este espacio en el que compartir retos y dejar volar la imaginación. Espero y deseo muchas celebraciones más. Un abrazo!
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Genial historia, Lady. Muy entrañable y amable.
Un abrazo.
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Gracias Mercedes. Un abrazo!
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