El reto Alianzara de este mes nos invita a ‘escribir desde la realidad’, a partir de una noticia. En este caso se trata de una compañía de gas, que instalando unas tuberías cerca de Lima, perú, encontraron una fosa con una momia del año 1000-1200.

Despertaban las primeras luces del amanecer cuando los obreros de la compañía del gas llegaron hasta el lugar indicado por los ingenieros para acabar de instalar las tuberías de conducción que surtiría a la ciudad de Lima y alrededores. Era tan temprano que la tierra se notaba fría y el motor de la perforadora se mostraba perezoso. Muy pronto el campamento cobró vida y las máquinas comenzaron a rugir a un tiempo. Y en esta especie de ruidosa calma estábamos, con cada obrero en su puesto, cuando de repente la perforadora tropezó con algo contundente que trocó el sonido habitual por otro más bronco, alertando de que algo extraño sucedía.
Enseguida el capataz dio la orden de parar. Se colocó un arnés y descendió para comprobar in situ el problema: efectivamente la enorme broca tropezaba con algo, tal vez una roca. Enseguida ordenó a un par de obreros que descendiesen con una palas para despejar el terreno y poder comprobar qué podía ser. Así lo hicieron y enseguida comprobaron que debajo de una pesada roca se encontraba un cráneo humano. A partir de aquí, el trabajo se paralizó. Enseguida llamaron al equipo de prospección del Museo Arqueológico de Lima para que enviara a un equipo de arqueólogos a extraer lo que a primera vista podría resultar un gran descubrimiento.
La fosa se blindó hasta que llegaron los expertos que trabajaron durante varios días, al cabo de los cuales, extrajeron un cuerpo momificado, sedente, que podría datarse entre los años 1000-1200. Un poco más tarde supimos que se trataba de una mujer pues junto al cuerpo se encontró un fardo con lo que sería el ajuar funerario compuesto por objetos de cerámica: cuencos, platos, cántaros y un pequeño códice que mencionaba a una “guardiana del equilibrio entre el sol y la sombra”. Al parecer, y en opinión de los arqueólogos, aquella zona se correspondía con una primitiva necrópolis por lo que podrían encontrarse más restos.
Entonces fue cuando el capataz ordenó que montara guardia junto a otro compañero, mientras el Museo preparaba los medios para transportarla. Cuando nos quedamos solos no pude evitar fijarme en el medallón colgaba del cuello de aquella mujer. Tenía forma ovalada y lucía una piedra verde en el centro. Se me pasó por la cabeza una esmeralda pero no podía ser a tenor de los útiles de su ajuar. Nada parecía indicar que se tratada de una dama noble sino más bien de una campesina. Al menos esas eran las primeras conclusiones. Mi compañero se durmió enseguida. Yo permanecí en vela dándole vueltas en la cabeza al significado de aquel medallón e imaginando mil historias.
Y en esas estaba cuando sentí el impulso de acercarme a tocarlo. La noche estaba oscura como boca de lobo. Acerqué mi mano temblorosa y justo cuando sentí el frío tacto de la piedra en la yema de mis dedos, una especie de rayo me hizo salir disparado hacia atrás y una luz cegadora me iluminó: «¿Quién osa despertarme y poner fin a esta larga noche?» Apenas podía balbucear para pronunciar mi nombre. Tenía la boca seca y la voz no me salía del cuerpo. «Lo preguntaré por segunda vez ¿Quién ha osado despertarme y romper el equilibrio entre el sol y la sombra?»
Permanecí en silencio, petrificado, mientras mi amigo dormía a pierna suelta, con la mandíbula desencajada, roncando. A continuación un gran estrépito removió los cimientos de la tierra y los cadáveres de la necrópolis comenzaron a brotar y a caminar. Todo un ejército de zombies se dirigía hacia la mujer que brillaba bajo la luz verde del amuleto. Cada vez les veía más cerca y yo era incapaz de realizar el más mínimo movimiento. Cuando ya les tenía encima, uno de ellos de acercó a mi cara gritando:
−¡Levantaos inútiles! Ya acabó la guardia. Los del Museo están aquí para llevarse a la momia.
Entonces desperté. Sonreí creyendo que todo había sido una pesadilla, un mal sueño, hasta que observé una quemadura en el centro del pecho y comprobé la tierra removida alrededor de la fosa… Entonces comprendí que había despertado a la momia…
©lady_p








