En ‘Relatos jueveros’, desde el Blog de Marcos, esta semana se nos invita a un nuevo reto: escribir sobre una experiencia de cine.

Desde hacía meses no se hablaba de otra cosa. Al parecer iban a rodar algunas escenas de una película en los alrededores del pueblo. Por eso aquel día, nada más regresar de mi viaje, ya habían llegado las furgonetas, camiones y caravanas que habían aparcado en torno a la plaza del Ayuntamiento.
La cafetería de Mauro no daba abasto sirviendo cafés y tostadas, cosa entendible por ser la única del pueblo. Cuando entré, aunque quise acomodarme en mi sitio habitual, tuve que abrirme hueco en una esquina porque el local es pequeño y no cabía un alfiler.
Un señor con un pañuelo al cuello y sombrero –el director de la película según decían- habló con Mauro y acordó pagarle todas las consumiciones –incluido los desayunos, almuerzos y cenas- al final de la semana, cuando se fueran. Mauro sonreía satisfecho. Aquella semana le produciría más ingresos que los recaudados durante todo el año.
Nada más salir, observé que todo se había transformado. Junto a la farmacia, se había colocado una mesa en la que reclutaban extras y figurantes. Dos chicas jóvenes echaban un vistazo al personal y enseguida le adjudicaban un papel. Una larga cola serpenteaba bajo los soportales pues la película, de carácter futurista, necesitaba de todos y cada uno de los habitantes del lugar.
Las Casas Consistoriales se habían convertido en vestuario. En ellas entraban uno a uno para salir transformados en monstruos, soldados, androides o en algún extraño ser extraterrestre. A continuación pasaban a otra sala en la que se maquillaban y salían irreconocibles. De esa guisa deambulaban por el pueblo. Nadie se reconocía y de cuando en cuando, antes de saludar, se preguntaban: «Y tú, ¿Quién eres?».
Como yo acababa de llegar y no quedaba un papel para mí, decidieron que hiciera de ‘hombre del pasado’, por eso aparecí con mi propia ropa -apenas un minuto- en una escena en la que el protagonista evocaba mentalmente a los seres de otros tiempos.
Y así anduvimos aquella semana: de la ceca a la meca, de aquí para allá, todos disfrazados, todos como extraños seres de una lejana galaxia aunque sin movernos un ápice del pueblo…
©lady_p
Imaginar esa debacle, todos los lugareños disfrazados de monstruos de aquí para allá me ha hecho reflexionar sobre lo fácil que resulta alterar una rutina cuando hay excusa y entusiasmo. El disfraz de hombre del pasado, sin dudas el más «cool» jajaja un abrazo
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Gracias por comentar! Un abrazo
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Vamos que todo el pueblo estuvo presente en las escenas, eso sí que debe ser emocionate.
Aunque cuando pasan tres meses ya como bien dices, es un poco cansino ajjaja. Todo cansa, hasta interpretar un personaje . Un besote,.
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Gracias por comentar. Un abrazo!
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Me imagino la algarabía en el pueblo, salir de la rutina para transformarse por un rato en otros seres, muy buen relato.
Saludos.
PATRICIA F.
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Gracias por comentar. Un abrazo!
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Todo un trasiego para arriba y para abajo de disfraces intergalácticos. Muy buen relato Lady, un abrazo
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Gracias Nuria. Un abrazo!
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Hola, Lady.
Interesante relato, muy descriptivo y con una clara reflexión, al menos para mí: tendremos que terminas todos siendo extras en la película de otros.
Felicidades. Abrazo grande.
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Si, claro el pasado es ya el segundo anterior…. asi cualquiera puede verse anticuado. Ja ja, buen relato
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despues de ir toda la semana vestidos de plastico y metal en pleno agosto torrido, Mauro hizo un simpa y todos los del pueblo tuvieron que pagar todas sus consumiciones. Mas que de ficcion parece de terror😜
abrazoo
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Muy bueno ese enfoque futurista. Desde luego cambió el pueblo completamente. Me ha gustado. Yo también pensé en lo del simpa… ¡ja,ja,ja! Podría ser un caso de psicólogo: pensar lo mismo en semejante situación.
Un abrazo!
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Relatas de forma evocadora y muy atractiva todo el ambiente que rodea al rodaje. El hecho de que la película trate sobre ciencia ficción añade interés al relato, que me ha encantado. Es como si el lector se sintiera protagonista.
Muchas gracias por tan buena aportación.
Saludos cordiales.
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Gracias a ti por tan interesante convocatoria. Saludos!
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