
Hasta que la quisieran como se quiere a una madre. Hasta ahí estaba dispuesta a esperar. Y tuvo que ser paciente porque aquella niña no asumía que otra mujer ocupara el lugar de quien la había parido y sucumbido a tan amargo destino tras una larga enfermedad.
Pero fue paciente. Quiso a aquel ser indefenso sin esperar nada cambio, porque nada era capaz de darle. Y a pesar de sus desaires se mantuvo cercana, atenta y cariñosa. Hasta que un día, sin forzar ni obligar, el afectó afloró por sí solo sin el más mínimo esfuerzo.
©lady_p
Participación en Relatos en cadena. Semana 13. La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Hasta que la quisieran como se quiere a una madre.
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