La víspera

Imagen: Internet

Bien sabe dios que viajar me apasiona, pero la idea de regresar dónde todo sucedió me inquieta. La ciudad es amable al igual que su gente, pero sé que se removerán los recuerdos. Hace diez años que no he vuelto ¿Qué sentiré una vez llegue? Tengo ganas de ir para afrontar. Tengo ganas de pensar el lugar desde otra óptica, superponiendo recuerdos, anécdotas, experiencias. Desligar ese lugar de ti. Por eso lo primero que haré será pasar por aquel restaurante donde fuimos la primera vez. Dicen que se ha renovado, pero conservará la esencia, el ambiente. Me recuerdo allí sentada en una mesa frente a la barra, a la derecha, nada más entrar. Tú me dabas la espalda mientras pedías dos copas de vino al camarero. Brindamos por nosotros y porque aquellos días fueran inolvidables y lo fueron. No sé qué ropa llevarme. Intentaré ser práctica y escoger lo más cómodo. Aunque seguro que me sobra, como siempre. ¡Ah! No me puedo olvidar el chubasquero, es posible que llueva. Aquel día llovió y nos pusimos como una sopa. No encontrábamos un portal libre para meternos. Era fiesta y todo el mundo salió a la calle. Al final decidimos dejar de correr o andar en fila bajo una cornisa y simplemente caminamos. Un rato después el sol nos había secado la ropa. Nunca disfruté tanto de la lluvia, ni cuando era pequeña y mi madre me obligaba a ponerme el impermeable con la capucha. Nada más salir de casa me la quitaba y metía las botas de agua en todos los charcos hasta sentir la humedad en los pies. He perdonado que te fueras y que me dejaras, pero olvido cómo, ni que no me dijeras por qué. Es imposible. No te odio pero ya no te quiero y eso me libera. Llevaré también el cuaderno de viaje. Genio y figura. Mi primer cuaderno lo tuve cuando fui por primera vez a Madrid con mis padres tendría yo doce años. Era un pequeño bloc de hojas de cuadritos, con pastas azules y espiral. Luego me volví más selecta, hasta que descubrí los ‘moleskine’, actualmente mis favoritos. Los nuestros los quemé. Más que cuadernos de viaje eran diarios escritos a dos manos, como una partitura interpretada a dos voces. Cada uno escribía unos párrafos y luego los leíamos juntos. Un relato consensuado, compartido entre besos y risas que nunca más ha sido. La maleta ya está. Intentaré descansar. Mañana será otro día…

Este relato responde a la invitación de Merche y su blog «Literature and Fantasy», que propone un nuevo reto este mes. Esta vez el tema propuesto son los viajes, puede ser también un viaje interior, preparación del viaje, una escena ocurrida en un viaje, una agencia de viajes…,

https://literatureandfantasy.blogspot.com/2023/08/el-reto-del-microteatro-septiembre.html?sc=1693597363195#c8889535062782844910

©lady_p

4 comentarios sobre “La víspera

  1. ¡Hola, Lady_p! Lo primero, agradecer que te hayas unido a mi reto especial de microteatro, cada mes haré una propuesta, por si te animas a seguir participando. ¡Mil gracias!
    Lo segundo, comentarte que es un gran monólogo interior, unas muy buenas reflexiones sobre lo que esperará encontrar en ese viaje que ya hizo con otra persona, su amor que ya no lo es. Lástima que admita que quemará los diarios de viaje que escribió cuando hicieron viajes juntos, una pena que se pierdan esas palabras (aunque sea ficción el monólogo, siempre me da pena deshacerme de palabras). Nada mejor que acabar con una relación, enfrentándose a aquello que vivieron juntos. En definitiva, un gran viaje – monólogo interior, un buen aporte para el reto.
    Lo cuelgo en la entrada de mi blog del reto.
    De nuevo, mil gracias por participar.
    Un abrazo. 🙂

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    1. Muchas gracias a ti por esta oportunidad.
      Como es autoficción -y ahora que no nos escucha nadie- los diarios siguen a salvo conmigo. Lo mejor y más sano es poder mirar atrás sin rencores y que regresar sólo nos produzca nostalgia. Estaré encantada de colaborar con tus retos. Un abrazo!

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