Jugando con las ‘nubes…’

Desde el blog ‘Artesano de la palabra’, el reto juevero de esta semana nos invita a escribir un relato de nos más de 350 palabras sobre el tema ‘nubes’.
Fotografía: mp_dc

A menudo me preguntan si ‘estoy en las nubes’ porque con frecuencia me quedo absorta en mis propios pensamientos, cosa que me sucede, sobre todo, cuando lo que hay en mi entorno o una determinada conversación no despierta mi interés. Desde pequeña he alimentado mis sueños, he tenido una vida interior muy rica y mi cabeza pocas veces está quieta. Casi nada ha cambiado con la edad. Sin embargo considero que lo realmente peligroso no es ‘estar en las nubes’ sino bajar… Y es que a veces es mejor quedarse en ellas porque en realidad ‘no hay nublado que dure todo el año’.

Y es por esa idea de andar siempre refugiada en las alturas que a menudo suelo caminar mirando el cielo, sobre todo si está plagado de nubes para jugar con ellas, y ya de paso, acudir al sabio refranero para interpretarlo. ‘Borreguitos en el cielo, charquitos en el suelo’ me digo, y acierta, porque aquel día no paró de llover. Claro que cuando se trata una lluvia persistente ya nos avisa el ‘nublado a mediodía’ que garantiza, ‘agua para todo el día’. Eso sucedió ayer y me quedé en casa sin salir a causa de la lluvia.

Pero las nubes también suelen ser metafóricas como cuando una siente ‘un nubarrón’ en la cabeza y sin poderlo evitar,  los malos augurios se apoderan de nosotros y miramos la vida con cierto pesimismo, con el pálpito de un mal presagio. Entonces, más que nunca, es necesario que la nube descargue toda el agua, que se despeje la atmósfera, para que de nuevo el sol luzca en el horizonte. Al fin y al cabo ‘toda nube negra tiene su orilla de plata’ y ‘la melancolía no es más que la sombra de una nube pasajera’. Sí, todo pasa, también las nubes y los nubarrones, y algunas veces, a continuación, en el cielo queda dibujado un hermoso y brillante arcoíris que nos asegura que ‘tarde de arcos, mañana de charcos’.

En fin, de vez en cuando está bien recordar que ‘toda nube negra tiene su lado claro’ y que después del ‘nublado’ el sol brillará de nuevo… Y esto no es una metáfora…

©lady_p

Esquizofrenia…

Desde el Blog ‘Varietes’, Ginebra nos propone escribir un relato inspirado en  un ‘Mosaico’ de frases y palabras que deberán incluirse en el texto.

El ‘oráculo’ había sido claro mencionando ‘la búsqueda del alma’ como requisito fundamental para ‘desentrañar’ toda la verdad y liberarme. ‘Lejos de casa’ sentí ‘de todo corazón’ no tener a mis amigos más cerca. Tenerlos para poder hablarles, yo a ellos y ellos a mí, en esta ‘mi hora más oscura’.

No podía creer que otra vez estuviera pasando, ni que me sintiera de nuevo tan sola. Pero ‘lo que vuelve’ está demasiado ‘enredado’ y estos ‘días extraños’ no hago sino recordar ese pasado feliz, cuando todo parecía marchar de manera apacible. ‘¡Adelante, hacía arriba!’ me repito a mí misma como una letanía. No es la primera vez –ni será la última, sospecho- que el ‘contagio’ de un pesimismo exacerbado me pone fuera de mí. Asistir a este ‘espectáculo de humo’ no me permitirá un ‘nuevo crecimiento’.

Recuerdo que la última vez que mis fantasmas me visitaron me llevaron hasta el delirio, la locura, la pérdida del equilibro y me trajeron de vuelta el miedo y la desolación. Esta es la ‘gravedad’ de los hechos que me hacen sentir como en el ‘mito’ de Sísifo, cargando siempre con el enorme peso de mi propia piedra.

Por más que lucho, por más ‘reflexión e introspección’ que haga, por más que me insista a mí misma en que no son o no existen, ellos están presentes, aparecen cuando menos lo espero. Los veo. Sus voces me hablan y me repiten sin cesar que el ‘futuro pasó’ porque lo que ha de venir es la repetición del pasado. Lucho para que se vayan, para que desaparezcan. Pero vienen conmigo, me acompañan allá donde vaya y me ordenan que obedezca con ciega sumisión, que someta mi voluntad a la suya para después sentirme desdichada, infeliz y desgraciada… Y este es el ‘trance’, porque nadie los ve excepto yo…

©lady_p