
Apenas cinco peldaños me separaban de ella. Al pie de la escalera contemplaba los cerezos en flor bajo una bóveda azul de nubes bancas. El horóscopo me había anunciado que ‘acuario’ sería recibido con una acogida calurosa. Nada tenía que temer, sin embargo su llegada me inquietaba.
El tiempo se deslizaba demasiado lento aunque apenas habían transcurrido unos minutos. De súbito alguien se acercó detrás de mí para susurrarme al oído que ella no vendría ni ese día ni otro. Entonces un fuerte viento agitó con fuerza los árboles y un pájaro azul se posó sobre la alfombra roja…
©lady_p
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Participación en el reto Escribir Jugando de noviembre en el Blog de Lidia.